
En los últimos años, los jardines urbanos han pasado de ser una moda a convertirse en un pilar fundamental de las ciudades sostenibles. No solo embellecen el entorno urbano y combaten los efectos del cambio climático, sino que también tienen un impacto significativo en la salud mental de sus habitantes.
Estudios recientes revelan que pasar tiempo rodeado de vegetación en entornos urbanos reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y aumenta la concentración. De hecho, muchas personas están encontrando en estos oasis verdes un refugio ante el ajetreo y la presión de la vida moderna.
Algunos ejemplos exitosos incluyen los huertos comunitarios en azoteas y espacios vacíos, donde los vecinos no solo cultivan alimentos frescos sino que también construyen conexiones sociales más fuertes. En otras ciudades, proyectos de reforestación urbana están ayudando a reducir la contaminación del aire, lo que se traduce en un ambiente más saludable para todos.
La psicología ambiental ha resaltado la importancia de integrar más espacios verdes en las urbes. Además, estos jardines urbanos actúan como puntos de encuentro para la comunidad, fomentando un sentido de pertenencia y aumentando el bienestar general.


